
Durante su participación en la Asamblea General de la ONU, Donald Trump afirmó que fue víctima de un “triple sabotaje”: una escalera eléctrica que se detuvo mientras él subía, un teleprompter que dejó de funcionar y fallos en el sistema de audio. Según él, estos eventos no fueron coincidencias, sino actos deliberados para desacreditarlo.
La escalera eléctrica que se detuvo
Trump aseguró que, al entrar a la sede de la ONU junto con la Primera Dama Melania, la escalera eléctrica que los transportaba se detuvo abruptamente. En su versión, el incidente fue tan violento que fue casi un accidente: “si no hubiéramos agarrado la baranda, hubiéramos caído de frente”, comentó Trump. El episodio lo incluyó entre los tres “eventos siniestros” que, según él, formaban parte de un plan.
Ante esto, exigió que se preservaran las grabaciones de seguridad del lugar y que quienes ordenaron este acto sean arrestados. Dijo que el Servicio Secreto ya estaba investigando esa parada de la escalera.
Teleprompter apagado y audio cortado
El segundo punto que aludió fue un fallo en el teleprompter. Trump indicó que al momento de comenzar su discurso, el aparato estaba “stone cold dark” (totalmente apagado). Así que tuvo que improvisar parte de su intervención hasta que el sistema volvió a funcionar. En su queja, señaló que quien operaba ese dispositivo “está en serios problemas” por la falla.
Por último, mencionó que el audio en la sala principal estaba apagado para muchas personas —con excepción de quienes usaban los auriculares de interpretación—. Según Trump, Melania le dijo después: “No escuché una palabra de lo que dijiste”. Para él, esto representó el tercer componente del sabotaje.
Respuestas de la ONU y explicación técnica
Las autoridades de la ONU respondieron con explicaciones técnicas que contradicen la versión conspirativa. Según el vocero Stéphane Dujarric, el sistema de la escalera eléctrica activó un mecanismo de seguridad cuando una pieza (comb step) alcanzó el tope. Este sistema evita que objetos o partes humanas queden atrapados. Dujarric afirmó que pudo haber sido un videógrafo de la delegación de EE. UU. quienes, caminando hacia atrás mientras filmaba, activaron ese sistema automático.
Acerca del teleprompter, la ONU señaló que ese equipo no estaba bajo su control, sino que era operado por el equipo de Trump. Por ello, cualquier falla estaría fuera de la jurisdicción de la ONU.
Respecto al audio, las autoridades mencionaron que la sala tiene sistemas de interpretación simultánea y que algunos oyentes podrían estar usando auriculares para recibir traducciones. No descartaron que pudo haber una confusión técnica o con el micrófono de enlace a los altavoces públicos.
Interpretaciones y reacciones
- Trump interpreta estos fallos como ataques deliberados contra su integridad y mensaje; los enmarca dentro de una narrativa de oposición institucional.
- La Casa Blanca, por medio de su portavoz Karoline Leavitt, apoyó la versión de sabotaje y declaró que “si alguien en la ONU lo hizo intencionalmente, que sea despedido e investigado”.
- Funcionarios de la ONU defienden que los mecanismos de seguridad del edificio están diseñados para reaccionar ante actividades inesperadas como la filmación inusual en una escalera en movimiento.
- Algunos observadores apuntan que los fallos no son inéditos en la ONU, donde elevadores o escaleras eléctricas han dejado de funcionar ocasionalmente, especialmente bajo restricciones presupuestarias.
Lo que queda por aclarar
- Peritaje oficial: el funcionamiento de la escalera (y su registro en la CPU) puede ayudar a determinar si alguien la manipuló.
- Videofragmentos: las grabaciones de seguridad del lugar podrían mostrar el momento exacto en que ocurrió la parada.
- Control del teleprompter: identificar quién operaba el equipo y qué causó su mal funcionamiento.
- Audios y micrófonos: comprobar si existieron fallos en el sistema de altavoces o enlaces técnicos.
En conclusión, el episodio de la escalera eléctrica que se detuvo junto con fallos en el teleprompter y el audio han sido catalogados por Trump como “triple sabotaje” en la ONU. Él exige que se investigue hasta el último detalle. Por su parte, la ONU sostiene explicaciones técnicas y apunta a un accidente provocado involuntariamente por alguien del entorno de Trump. Lo cierto es que el incidente ha generado polémica, demandas de transparencia y debates sobre la integridad de las instituciones internacionales.







