
La noticia del fallecimiento del periodista Arellano ha conmocionado a la opinión pública en México. Según los reportes, perdió la vida tras sufrir un paro cardíaco mientras esperaba atención médica en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El hecho ha despertado indignación, críticas y un fuerte debate en torno a la capacidad del sistema de salud público para atender emergencias.
Este caso no es uno más en la lista de quejas sobre el IMSS; se trata de la muerte de un profesional de la comunicación cuya vida pudo haberse salvado si hubiera recibido atención inmediata. La tragedia refleja un problema estructural que afecta a miles de mexicanos todos los días: largas filas, retrasos, falta de personal y la eterna burocracia que en ocasiones cuesta vidas.


Lo que ocurrió
De acuerdo con los primeros informes, Arellano llegó al hospital con síntomas graves que requerían atención urgente. Sin embargo, quedó en sala de espera sin ser atendido de inmediato. Minutos más tarde sufrió un paro cardíaco que resultó fulminante.
Los intentos por reanimarlo no tuvieron éxito y su fallecimiento se confirmó en el mismo hospital. Lo más doloroso para su familia y colegas es la sensación de que su muerte pudo haberse evitado con una intervención rápida.
La indignación pública
El fallecimiento del periodista Arellano desató una ola de críticas contra el IMSS en redes sociales y medios de comunicación. Colegas, amigos y ciudadanos en general señalaron la negligencia médica y administrativa como la causa de la tragedia.
En plataformas digitales, miles de usuarios compartieron testimonios sobre experiencias similares en hospitales públicos: pacientes que esperan horas, incluso en estado crítico, debido a la saturación y a la falta de protocolos eficaces para priorizar emergencias.
El problema de fondo
El caso de Arellano es un reflejo de la crisis que desde hace años enfrenta el sistema de salud en México. El IMSS, como principal institución de atención médica en el país, ha reflejado un gran deterioro en su servicio de salud y no solamente por este caso, sino por los cientos de casos que aunque no se haga mucho ruido siguen pasando en toda la republica mexicana








