La semana apenas comenzaba, y la NFL ya tiene un movimiento que cambiará el tablero por completo. Micah Parsons, el defensivo estelar de los Cowboys, fue tradeado a los Green Bay Packers después de semanas de tensión por un contrato fallido. No sólo eso: firmó por 4 años y $188 millones, incluyendo $136 millones garantizados, convirtiéndose en el no-quarterback mejor pagado en la historia del fútbol americano.

El fin de una era en Dallas

Parsons deja los Cowboys tras varias temporadas brillando: cuatro selecciones al Pro Bowl consecutivas, tres veces All-Pro y una de las pocas defensas que ha acumulado al menos 12 sacks en cada una de sus primeras cuatro temporadas. Sin embargo, el capítulo más reciente estuvo marcado por una negociación congelada, tensión con la directiva y públicamente pedir un trade

Incluso desapareció cualquier mención a los Cowboys de sus redes sociales, e instantes antes de partir fue visto en el aeropuerto, lo que dejó claro que su salida era cuestión de tiempo.

Un contrato histórico

El nuevo acuerdo con los Packers lo convierte en el jugador defensivo mejor pagado de la NFL, tanto en valor total como garantizado. Esto establece un nuevo estándar para contratos defensivos y le da un papel central a Parsons en un equipo que tiene enorme historia y aspiraciones claras.

El paquete del trade

A cambio, los Cowboys reciben dos selecciones de primera ronda y al sólido liniero defensivo Kenny Clark, un veterano capaz de fortalecer el frente de ataque en Dallas. Es una jugada estratégica que deja en claro que Dallas busca reconstruir piezas clave mientras deja ir a su figura defensiva.

El trasfondo de la negociación

La ruptura llegó tras meses de estancamiento. Aunque Jerry Jones sostenía en público que el contrato estaba prácticamente listo, Parsons y su agente incumplieron con esa versión. El conflicto se originó cuando Jones quiso lidiar directamente, sin mediación de su agente, un paso que Parsons no estaba dispuesto a aceptar.

Impacto en el mercado de la NFL

Este movimiento marca tendencia: ahora Aidan Hutchinson, entre otros defensas emergentes, tendrá en Parsons el nuevo piso salarial de referencia. Cualquier extensión deberá medir en función de este contrato de $45 millones por temporada.

Reacciones inmediatas

Parsons se fue con un mensaje cargado de emoción: llamó su salida “triste pero sin resentimiento” y recordó con gratitud su etapa con los Cowboys. A pesar del adiós, afirmó que Dallas siempre tendrá un lugar especial en su corazón.

¿Qué sigue?

Micah Parsons está listo para en verde y dorado, con un rol protagónico en la defensa de los Packers. Su llegada coloca a Green Bay como contendiente serio, mientras los Cowboys deberán reconstruir rápidamente. Además, se avecina un esperado enfrentamiento: en la Semana 4, Parsons volverá al AT&T Stadium para medirse a su antiguo equipo en una noche de “Sunday Night Football”

Conclusión

El traspaso de Micah Parsons a los Packers, junto a su nuevo contrato récord, sacude la NFL. No es solo una historia de dinero, sino de poder, lealtad y estrategias. Dallas pierde a su gran estrella defensiva, mientras Green Bay suma un talento que podría inclinarles el Super Bowl. Este movimiento reconfigura la liga y deja una certeza: Micah Parsons ya no solo es una figura, sino una institución defensiva viviente.