
Si creías que un partido de fútbol con tiempos extras era largo, prepárate para conocer la historia del encuentro deportivo más interminable de todos los tiempos: el partido de cricket entre Sudáfrica e Inglaterra en 1939, que duró 14 días seguidos. No es una exageración, es un hecho histórico que se recuerda como uno de los eventos más curiosos del deporte.
Un test match para la historia
El cricket es un deporte conocido por sus partidos largos, especialmente en el formato de test match, que puede durar hasta 5 días. Pero en el caso de Sudáfrica vs. Inglaterra, disputado en Durban del 3 al 14 de marzo de 1939, la situación se salió de control.
Ambos equipos llegaron con la intención de disputar una serie amistosa, pero ninguno esperaba que el encuentro se convirtiera en una auténtica batalla de resistencia, tanto física como mental.
Casi dos semanas de juego sin un ganador
Durante esos 14 días, los jugadores batieron y lanzaron sin descanso, con pausas únicamente para comer y dormir. La partida se extendió porque ambos equipos anotaban y respondían con puntuaciones muy altas, sin que ninguno lograra tomar una ventaja definitiva.
El calor, la humedad y la fatiga comenzaron a pasar factura, pero ni Sudáfrica ni Inglaterra estaban dispuestos a ceder. El marcador seguía avanzando… y avanzando… y avanzando.
¿Por qué terminó el partido?
El encuentro no terminó porque alguien ganara. De hecho, no hubo ganador oficial. Lo que ocurrió fue que, tras dos semanas de juego, la selección inglesa tuvo que tomar el barco de regreso a casa, ya que los boletos para volver a Europa no podían cambiarse.
Imagínate jugar 14 días seguidos, sin obtener una victoria, solo para escuchar:
“¡Paren todo, debemos irnos porque el barco zarpa mañana!”
Así fue como este maratónico partido quedó grabado en la historia como el test match más largo de todos los tiempos.
Las estadísticas del partido eterno
- El partido duró exactamente 43 horas de juego neto, distribuidas en 14 días.
- Se anotaron más de 5,000 carreras entre ambos equipos.
- Algunos jugadores, como el inglés Bill Edrich, estuvieron en el campo por más de 8 horas seguidas en ciertos turnos.
- No hubo ganador, pero sí un récord que nadie ha podido igualar en más de 80 años.
Impacto en la historia del cricket
A raíz de este encuentro, se comenzaron a debatir límites en la duración de los test matches. Hoy en día, un partido de cricket internacional puede durar como máximo 5 días, con reglas más claras para evitar que algo así vuelva a ocurrir.
Este encuentro también demostró la increíble resistencia de los jugadores de esa época, quienes soportaron condiciones extremas sin las comodidades ni la tecnología que los atletas tienen hoy.
¿Podría pasar algo así hoy?
Imposible. Con las transmisiones en vivo, la presión de las cadenas televisivas y los calendarios deportivos tan ajustados, nadie permitiría un partido de dos semanas. Sin embargo, este hecho histórico sigue siendo una joya del deporte y una prueba de que, a veces, la pasión por el juego puede llevar las cosas al límite.







