
Cuando pensamos en vida, solemos imaginar luz, oxígeno y temperaturas agradables. Pero hay un lugar en la Tierra que rompe todas las reglas: las profundidades del océano, también conocido como la zona abisal. A más de 4,000 metros bajo el nivel del mar, donde la luz del sol no llega, la presión puede aplastar un submarino y la temperatura apenas supera los 0 °C… hay vida. Y no cualquier vida: formas extrañas, adaptaciones increíbles y criaturas que parecen de otro planeta.
¿Qué hace tan extremo este ecosistema?
- Presión extrema: Por cada 10 metros de profundidad, la presión aumenta una atmósfera. A 4,000 metros, la presión equivale a casi 400 veces la atmosférica.
- Oscuridad total: La luz solar solo llega a los primeros 200 metros. A partir de ahí, reina la oscuridad absoluta.
- Frío constante: La temperatura se mantiene cerca del punto de congelación, pero sin llegar a solidificarse gracias a la salinidad.
- Falta de oxígeno y nutrientes: No hay plantas ni fotosíntesis. La vida debe sobrevivir a partir de lo que cae desde arriba (lo que se conoce como “nieve marina”) o gracias a otras fuentes de energía.
¿Cómo sobrevive la vida ahí abajo?
La clave es la adaptación extrema. Algunos ejemplos increíbles:
- Peces con órganos bioluminiscentes, como el famoso pez abisal o el pez linterna, generan su propia luz para cazar o atraer pareja.
- Gusanos tubulares gigantes, que viven cerca de fuentes hidrotermales y no dependen del oxígeno, sino de bacterias químicas que convierten el azufre en energía.
- Calamares y medusas transparentes, imposibles de ver en la oscuridad total.
- Seres que comen huesos, literalmente: como el pez rata o bacterias que se alimentan de los restos de ballenas muertas.
Las chimeneas hidrotermales: fábricas de vida en medio del caos
Uno de los descubrimientos más fascinantes del siglo XX fue el de las chimeneas hidrotermales, fisuras en el fondo marino por donde emergen gases y minerales extremadamente calientes. A su alrededor, florecen ecosistemas enteros completamente ajenos al sol.
Estas zonas podrían parecer hostiles, pero son auténticas ciudades submarinas habitadas por especies únicas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
¿Y si ahí comenzó la vida en la Tierra?
Algunos científicos creen que la vida pudo haber surgido en estos entornos extremos, no en la superficie terrestre. Las condiciones en las chimeneas hidrotermales son similares a las de la Tierra primitiva… y si allí pudo empezar la vida aquí, ¿por qué no en otros planetas?
¿Qué tanto sabemos?
Se estima que menos del 10% del océano ha sido explorado. Lo que significa que la mayor parte de nuestro planeta sigue siendo un misterio.
A cada expedición, descubrimos nuevas especies y comportamientos que desafían las leyes de la biología. Sin exagerar: sabemos más de Marte que de nuestros propios océanos.








