
En los desiertos rocosos de la isla de Socotra, Yemen, crece uno de los árboles más extraños y fascinantes del mundo: el Dracaena cinnabari, popularmente conocido como el “árbol sangre de dragón”. Este árbol, que parece sacado de un mundo de fantasía, debe su nombre a un fenómeno sorprendente: cuando se corta su corteza, libera una resina roja intensa que recuerda a la sangre.
Este fluido, conocido como resina de dragón, se ha utilizado durante siglos como pigmento natural, barniz y en la medicina tradicional para curar heridas y tratar problemas digestivos. Sin embargo, lo que realmente asombra es su capacidad para adaptarse a entornos extremadamente secos, lo que lo convierte en una especie clave para la biodiversidad de Socotra.
Lamentablemente, el árbol sangre de dragón está catalogado como vulnerable debido a la deforestación y al cambio climático. Programas internacionales buscan proteger esta especie única para evitar su extinción.
Su forma, similar a una sombrilla gigante, y su savia roja han inspirado leyendas y mitos en varias culturas. Algunos incluso creen que posee propiedades mágicas, lo que ha incrementado su explotación ilegal.
¿Sabías que la resina de este árbol se sigue usando en cosmética y productos naturales? Sin duda, la naturaleza nunca deja de sorprendernos.








